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viernes, 18 de julio de 2014

El verdadero periodista no piensa en fama ni en dinero



El periodismo es un oficio. Y como todo oficio, es remunerado. Pero el verdadero periodista no está pensando en alcanzar la fama ni cuánto le van a pagar por su labor, si no en documentarse, buscar testimonios interesantes, escribir textos enjundiosos, informativos y amenos. Y que no queden en algo "sin duende ni salero, ni palmá, ni paso bueno, ni ná", como dicen en Andalucía. Este dicho de los andaluces le viene como anillo al dedo a sitios que con grandes presupuestos, a la hora de la verdad, han resultado mucho ruido y pocas nueces.

Todos los oficios estén repletos de historias, tal vez no tantas como las periodísticas. El 5 de mayo de 2011, Iván envió a El Mundo, periódico donde entonces era colaborador, un trabajo titulado Lino, el habanero que cura con los dedos. No lo publicaron y tres días después se subió al blog Desde La Habana.

De la existencia de Lino Tomasén yo me enteré a fines de los 80, por el ingeniero José Ramón López, que era amigo de Lino. López es especialista en nutrición y en 1988, aceptó asesorarme para una serie de seis programas Puntos de Vista que entre los dos diseñamos sobre la alimentación. Solamente pudimos hacer tres: Comer para vivir, Vivir para comer y Algo más que comer. Aquella experiencia la recordé en Comiendo para sobrevivir, entonces yo reportaba desde Cuba como periodista independiente y el 26 de mayo de 2002 El Nuevo Herald la publicó (y que, por cierto, nunca cobré). Siete años después, ya en Suiza, la reproduje en mi blog.

Cuando el 8 de marzo de 1991, pistola en mano, agentes de civil de la Seguridad del Estado irrumpieron en nuestra casa y se llevaron detenido a Iván, yo había terminado de realizar Guajirito soy, un programa Puntos de Vista sobre los 'palestinos', como ya le decían a los orientales que emigraban a la capital. El entrevistado principal era Silvio Rodríguez y el programa lo abría un zoom del río Ariguanabo. De fondo puse Llegué por San Antonio de los Baños.

Después de la detención de Iván, en el ICRT pedí un 'año sabático', para dedicarme a un viejo proyecto: investigar sobre Erich Kleiber, uno de los grandes directores que en la década de 1940 tuvo la Orquesta Filarmónica de La Habana. El 'año sabático' se convirtió en 'tiempo definitivo'. Aunque estaba al margen de las "actividades contrarrevolucionarias" que supuestamente realizaban Iván y tres amigos más del barrio, a partir de ese momento, 8 de marzo de 1991, el Departamento de Seguridad del Estado me puso en su lista negra (y en la cual todavía sigo).

Hasta el 4 de abril de 1996, cuando me despidieron del ICRT, "por hablar" por Radio Martí, todos los meses iba a cobrar mi salario de 250 pesos mensuales, el más alto que tuve (el más bajo fue el de 47 pesos en 1959, los posteriores variaron entre 163, 198 y 211 pesos).

Como la comida ha sido, es y (mientras los Castro sigan en el poder) seguirá siendo el gran problema de Cuba, Iván ha escrito cuantos trabajos sobre el tema, entre ellos, Lo que cuesta comer en la isla; Los cubanos gastan el 80% de sus ingresos en comer; Cuba: la comida tradicional está desapareciendo y En Cuba el problema sigue siendo la comida.

Si se toman la molestia de leerlos, encontrarán datos sobre precios de los alimentos, en pesos y divisas, o cuotas de distribución por la libreta de racionamiento. Pero no con tantos detalles, como uno mío de 1997, La canasta del cubano, publicado el 8 de octubre de 1997 en Cubafreepress. Diecisiete años después, por la abundante información ofrecida, aún resulta útil.

Lo mismo ocurre con un post de mayo de 2011 de Iván, titulado En La Habana se come bien... si se tiene bastante dinero. Confeccionar ese listado de precios y productos no resultó fácil. Valga aclarar que por mi trabajo de 1997 sobre la canasta básica y por ese listado de Iván en 2011, no recibimos un centavo.

Gracias a Dios, ni Iván ni yo tenemos el signo del dólar o del euro en la frente. Lo que nos importa es que textos laboriosos como ésos, han quedado como testimonios de una dictadura, un país y su gente.

Tania Quintero

Foto: Jorge Olivera Castillo, periodista y escritor, fundador de la agencia de prensa independiente Habana Press. En abril de 2003 fue condenado a 18 años de privación de libertad y por razones de salud fue excarcelado en diciembre de 2004. Es el único de los periodistas independientes condenados durante la Primavera Negra de 2003 que permanece en Cuba. Tomada de El elogio del reportero. Leer también: La mala suerte de Olivera y Carta inédita a Jorge Olivera.

1 comentario:

  1. Yoani Sánchez ✔ @yoanisanchez

    #Cuba ¡El desabastecimiento es tremendo! La gente se pregunta ¿dónde encontraste papel sanitario? y otros tantos productos...
    en el periodico gramma es el papelsanitario de los cubano
    jajajaja
    si como ella compra en le tienda diplomatica de cuba
    y es parte de la tirania

    de cuando a ca esta jinetera de los castro es periodista
    yoani solo es un vividora mentirosa
    con su penco viejo

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