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viernes, 15 de mayo de 2009

Las siete maravillas de la ingeniería civil cubana

Por Tania Quintero

En 1997, la Sociedad de Ingenieros Civiles de Cuba pidió a sus miembros que propusieran aquellas construcciones de mayor relevancia ejecutadas en cualquier etapa de la República. Un total de 37 propuestas fueron presentadas y de éstas fueron seleccionadas las 7 Maravillas de la Ingeniería Civil Cubana: un conjunto de obras monumentales consideradas únicas por su magnitud y las soluciones técnicas aplicadas. La iniciativa cubana tuvo por antecedente la convocatoria de la Asociación de Ingenieros Civiles Americanos, para escoger siete grandes y complejas construcciones modernas en distintas épocas y países. Las seleccionadas fueron: Canal de Panamá, Túnel del Canal de la Mancha (Francia-Gran Bretaña), Hidroeléctrica de Itaipú (Brasil-Paraguay), Torre de Televisión CN (Toronto, Canadá), Obras de Protección del Mar del Norte (Holanda), el edificio Empire State y el puente Golden Gate (Estados Unidos).

ACUEDUCTO DE ALBEAR

Canal del Acueducto de Vento, La Habana.

En sus inicios iba a ser llamado Isabel II, pero finalmente recibió el nombre de su proyectista y constructor, Francisco de Albear y Fernández de Lara (La Habana 11 de enero de 1816-23 de octubre de 1887). Albear había estudiado en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, España, y era brigadier del Real Cuerpo de Ingenieros de Cuba. Fue miembro de prestigiosas instituciones académicas y científicas de España, Bélgica, México y Cuba, donde llegó a ser director de la Junta de Obras Públicas. A mediados del siglo XIX se le encomendó la tarea de llevar agua a la población habanera, mediante la ejecución de un acueducto. Hacia 1858 se aprobaría el proyecto por él presentado, basado en la conducción de las aguas de los manantiales de Vento hacia la ciudad. En 1861 se inició la construcción del acueducto, concluida en 1893. En la Exposición Universal de París, en 1878, recibió Medalla de Oro y fue declarada Obra Maestra de la Ingeniería Universal del Siglo XIX.

TÚNEL DEL ALCANTARILLADO DE LA HABANA

Calzada de Monte y el Parque Colón, La Habana, Cuba.

Cuatro siglos después de su fundación por los españoles, la Villa de San Cristóbal de La Habana aún no tenía un sistema adecuado de alcantarillado sanitario. En la Enciclopedia Británica de aquellos años se podía leer: "Bajo el régimen español, La Habana tenía la reputación de ser una ciudad de ruidos y malos olores. No habían servicio satisfactorio de limpieza de calles o de drenaje del subsuelo y la bahía se mantenía corrompida por las impurezas de la ciudad". En esas condiciones insalubres se encontraba la capital cubana cuando en 1898 se produjo la intervención norteamericana. En ese mismo año, los interventores comienzan a elaborar el proyecto de lo que sería el sistema de alcantarillado y drenaje de La Habana. Las construcciones comenzaron en 1908 y finalizaron en 1915, lográndose el objetivo de evacuar y disponer de las aguas residuales de la población en esos momentos (351 mil habitantes) y dejando capacidad para una población futura de 600 mil habitantes. Según los expertos, la iniciativa empleada para la ejecución del Túnel del Alcantarillado de La Habana, de desplazar por gravedad y por debajo de la bahía los desperdicios de la urbe, fue una audaz obra de ingeniería. A propósito, Aquella primera intervención, de Tania Díaz Castro.

CARRETERA CENTRAL

La Carretera Central. Foto tomada en Mayo del 2003.

Nace en el Capitolio Nacional y se divide en dos ramas, una hacia Oriente y otra hacia Occidente. Desde Pinar del Río hasta Santiago de Cuba tiene una longitud de 1,139 kilómetros. Su ejecución comenzó el 20 de mayo de 1927 y concluyó el 24 de febrero de 1921. Fue construida por la Warren Brothers Company de Estados Unidos y la Compañía Cubana de Contratistas bajo la dirección del ingeniero cubano Manuel A. Coroalles. Representó un tremendo adelanto para la economía nacional y contribuyó al desarrollo del turismo. La calidad de su pavimento (hormigón revestido de una mezcla asfáltica) quedó demostrado por su uso continuado durante más de 70 años.

EDIFICIO FOCSA


El edificio más alto de Cuba, enclavado en el corazón del Vedado, Ciudad de La Habana, sigue siendo identificado por las siglas de la compañía que lo construyó: Fomento de Construcciones y Obras Sociedad Anónima. El FOCSA fue inaugurado en 1956, tiene una altura de 121 metros y posee 36 pisos. En su momento fue el segundo edificio de hormigón armado más alto del mundo, después de uno levantado en la ciudad brasileña de Sao Paulo. Entre los profesionales cubanos que trabajaron en su proyecto y ejecución se encontraban el arquitecto Ernesto Gómez Sampera y los ingenieros Luis Saénz Duplace, Bartolomé Bestard y Fernando Meneses. La Habana desde el FOCSA:



TÚNEL DE LA BAHÍA DE LA HABANA


A lo largo de 733 metros y a una profundidad de 12 a 14 metros, discurre por debajo de la Bahía de La Habana. Fue construido por la empresa francesa Societé de Grand Travaux de Marseille, bajo la dirección del ingeniero cubano José Menéndez Menéndez. Las obras constructivas se realizaron en los años 1952 y 1953 en condiciones extremadamente dificiles. Su inauguración se produjo en mayo de 1958. Ver video:



PUENTE DE BACUNAYAGUA


Marca el límite entre las provincias de La Habana y Matanzas. Su construcción comenzó en 1956. Fue oficialmente inaugurado el 26 de septiembre de 1960. Tiene una extensión de 314 metros y 110 metros de altura sobre el nivel del mar. Su ejecución estuvo a cargo de ingenieros cubanos dirigidos por Luis Saénz Duplace. Se basó en un proyecto presentado por Pimpo Hernández, estudiante de cuarto año de la carrera de Ingeniería Civil. La firma constructora fue la cubana Saénz, Cancio y Martín, también participante en la construcción del Edificio FOCSA. Amanecer desde el Puente de Bacunayagua:



VIADUCTO DE LA FAROLA

lafarola.jpg

La más reciente de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana es el Viaducto de La Farola. Constituye el más importante y directo enlace terrestre entre Baracoa y Guantánamo, la más oriental de las provincias.

En su construcción trabajaron 500 obreros dirigidos por el ingeniero Maximiliano Isoba. Por las características geológicas de la zona, en lugar de explosivos se usaron martillos neumáticos. Discurre por las laderas de la loma La Farola y atraviesa de sur a norte el macizo montañoso Sagua-Baracoa. Tiene 6 metros de ancho y se extiende por un tramo de seis kilómetros, con alturas que en ocasiones llega a los 450 metros sobre el nivel del mar. Las obras de la entonces llamada Vía Mulata se habían iniciado a fines de los años 40, pero por problemas técnicos, entre otros, no se terminaron. Se reiniciaron en abril de 1964 y en diciembre de 1965 el Viaducto de La Farola quedó abierto al tránsito. "A Baracoa me voy, aunque no haya carretera..."


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